
Sucedió el 11 de febrero de 1990. El mundo entero fue testigo de los primeros pasos en libertad, de la mano de su entonces esposa, Winnie Madikizela Mandela, de aquel famoso prisionero político que había pasado casi un tercio de su vida en la cárcel. El regreso triunfal de Nelson Rolihlahla Mandela paralizó Sudáfrica. El mundo entero se detuvo. La noticia acaparó los titulares, y todos los habitantes del planeta clavaron los ojos en aquel hombre, al que sólo conocían de nombre. En 27 años, ni los periódicos ni la televisión habían publicado ninguna fotografía suya.
Felicidades, con cariño
Madiba, nombre por el que actualmente se conoce al legendario estadista, celebra el vigésimo aniversario de aquel día en el que recuperó la libertad. El ex presidente de Sudáfrica está recibiendo cientos de felicitaciones procedentes de todos los rincones del planeta, entre ellas la del Presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, quien lo describe como el símbolo de la humanidad de África.

Blatter reiteró a Madiba que Sudáfrica organizará una Copa Mundial de la FIFA triunfal en los meses de junio y julio de este año. “Siguiendo su ejemplo, con gran tesón y dignidad, su joven nación ofrecerá una magnífica competición este año. Recuerdo que una vez me comentó lo alentadora que era para usted esta Copa Mundial de la FIFA 2010 y lo mucho que significaba para su nación. Confiamos en que la Copa Mundial de la FIFA contribuya al legado que deseaba para su país”.

Liderazgo entre rejas
Mandela fue encarcelado en 1962. Su nombre se convirtió en sinónimo de la lucha por la libertad en su país, pese a que millones de compatriotas jamás habían visto de él ni siquiera una fotografía. En el juicio de Rivonia se le acusó de sabotaje y otros delitos, junto a otros activistas y líderes de la revolución, entre los que encontraban Walter Sisulu, Govan Mbeki y Ahmed Kathrada. Se le declaró culpable de una serie de cargos que, en la Sudáfrica del apartheid, acarreaban la pena de muerte. La presión de la comunidad internacional lo salvó de la horca.

En su libro El largo camino hacia la libertad, Mandela afirma: “Cuando salí de la cárcel era mi misión liberar tanto al oprimido como al opresor. He recorrido un largo camino hacia la libertad. He intentado no titubear. He dado pasos en falso en mi recorrido, pero he descubierto el gran secreto. Tras subir una colina, uno descubre que hay muchas más colinas detrás”.
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